Acaba de publicarse el libro Un drama en el siglo XXI, escrito en 1903 por Camilo Millán Villanueva, en edición de Carlos Ferrera Cuesta en la editorial Gaspar y Rimbau.

     El autor, Camilo Millán Villanueva (1839-1908), hoy olvidado, trabajó en la administración colonial española de finales del siglo XIX. Sus obras más notables se centraron en propuestas reformistas que asegurasen el dominio español en las Islas Filipinas. Escribió, asimismo, relatos históricos, cuentos futuristas y la obra que ahora se publica con un estudio introductorio de Carlos Ferrera.

     La novela es interesante porque conjuga utopía, distopía y ucronía y refleja un estado de ánimo muy presente en el cambio de siglo. Un drama en el siglo XXI es una novela de aventuras en un mundo futuro, caracterizado por su gran desarrollo tecnológico. Los avances reflejan los típicos de la literatura utópica de finales de la centuria; sin embargo, el tono general de la obra es distópico, pues, al igual que mucha literatura de ese tipo, reflejó la preocupación —no exenta de ironía y humor— por la deshumanización provocada por el progreso. En sus páginas  aparecen miedos sobre la capacidad destructiva de las guerras, por el cambio de los roles de género, por la decadencia nacional y por el auge de las potencias anglosajonas. En este último punto el autor dejó rienda suelta a sus ensoñaciones ucrónicas, al mostrar una realidad paralela de una España poderosa y unida a la América Latina, capaz de derrotar a Gran Bretaña y a Estados Unidos.

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